Cultura

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¿Cuántas veces te dijeron que sentir "demasiado" está mal?
¿Cuántas veces escondiste la rabia, el miedo o la tristeza para ser aceptada, para no incomodar, para no parecer débil o “poco espiritual”?

Hablemos de emociones.
Pero no de las que todos aplauden, sino de esas que incomodan, que solemos etiquetar como malas, tóxicas o, en el peor de los casos, de baja vibración.

En este Rincón donde se tejen pensamientos y sentires, te digo, querida lectora, querido lector: no vuelvas a clasificar tus emociones.
Permíteles fluir, dejar su huella, darte el mensaje que vienen a entregarte. Y luego, transfórmalas. Haz de esa incomodidad algo bello, una herramienta para potenciar lo que ya eres, aunque aún no lo hayas descubierto.

No niegues tu rabia. Canalízala. Haz de ella un motor que te empuje a atravesar la tormenta mental, para plantar cara a lo que te hiere.

Utiliza tu miedo —esa inseguridad, esa ansiedad que te hace sentir pequeño o cobarde— como un escudo protector que te aleje del peligro.

Ama, sí. Pero no permitas que tu corazón se rompa por confundir el Amor con la obligación de entregarlo a quien no sabe recibirlo.

Conecta cada día con tus pensamientos. Ellos te mostrarán qué emociones estás generando. No eres su esclavo. No necesitas dejar que se estanquen ni que se pudran como el agua de un charco. Y si se pudren, tampoco te quedes en ese mal olor: permite que tu Tierra interior lo absorba, lo transforme en barro… y con ese barro, moldéate.

Acepta cada emoción, por difícil que sea. Son tuyas. No las etiquetes. Reconócelas, abrázalas, y hazte responsable de tu transformación interior al atravesarlas.

No se trata de ser emocionalmente correcto.
No se trata de aparentar paz,
ni de dar amor por doquier solo para sentirte aceptado.

Se trata de sinceridad contigo, de honestidad salvaje, de presencia en lo que sientes.
Y si alguna vez la ira te hizo gritar a tu hermano o perder los nervios con la cajera del banco, no te castigues. Agradece a esa ira lo que vino a mostrarte.
Aprende de ella, y fluye… como el río que siempre sabe a dónde va.

Tu Sombra dice mucho más de ti que tu Luz.
Entrena tu consciencia,
y te alejarás cada día un poquito más
de esa versión que no es tuya,
y que solo pertenece a los demás.
Mujer Chamán

Si este mensaje tocó algo en ti…
quizá ya estás lista, quizá ya estás listo…
para dejar de esconder tus emociones
y empezar a escucharlas con alma.

Te acompaño si lo sientes.

Matilde Trejo García.

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